Tuzantan, Chiapas.- Iba en su bicicleta con destino a su casa a la que llegó a vivir en el ejido Xochiltepec, Municipio de Tuzantán aproximadamente a las 5 de la tarde del domingo primer día de junio, de repente un vehículo tipo Volswagen color verde en el que a decir de testigos iban tres sujetos, se le emparejaron en uno de los carriles de la carretera que va de ese ejido a Tuzantán Pueblo, le hablaron por su nombre y cuando volteo a ver, le dispararon a mansalva dos tiros calibre 38, despedazándole el corazón.
Así sucedieron los hechos sangrientos registrada esa tarde en Xochiltpec, que vino a generar pánico, asombro en una comunidad no acostumbrada a ver ese tipo de ejecuciones y rompiendo con la tranquilidad que le caracteriza a la colonia pues ahí sobre el asfalto, había quedado el cuerpo de quien más tarde a decir de su esposa, se llamaba Joaquín Soto Ordoñez de 38 años edad. Como mudo testigo del artero asesinato, en una de sus manos quedó un celular.
Ajuste de cuentas?, decían unos, Venganza pasional?, aseguraban otras, lo cierto es que aunque los asesinos materiales del crimen se dieron a la fuga con rumbo desconocido, según investigaciones periodísticas, fuentes policiacas han revelado que el sujeto asesinado, tenía apenas cinco días de haber salido libre del Centro Estatal para la Reinserción Social de Sentenciados –CERSS-No. 3 de la ciudad de Tapachula, lugar en el que cumplía con un proceso penal acusado de los delitos de robo con violencia y secuestro.
Según se confirma, detención y proceso inició en el enero del 2006 aquí en Huixtla y el 31 de julio de ese mismo año, fue enviado a proseguir su situación jurídica en el CERSS de Tapachula, penitenciaría de la que de forma inexplicablemente, hace cinco días abandonó y gozando de su efímera libertad por unos días para ser ejecutado por desconocidos de dos certeros balazos el domingo próximo pasado por la tarde.
En un principio el asesinato de Joaquín causó rabia, coraje e indignación entre los pobladores que no alcanzaban a comprender la alevosa manera en que había sido cometido el crimen, pues en su mayoría la gente mencionaba no conocer al sujeto ultimado por no tener años viviendo en esa colonia pero enseguida de saber que provenía del CERSS acusado de diversos delitos, empezaron a conocer los motivos de su asesinato.
Así sucedieron los hechos sangrientos registrada esa tarde en Xochiltpec, que vino a generar pánico, asombro en una comunidad no acostumbrada a ver ese tipo de ejecuciones y rompiendo con la tranquilidad que le caracteriza a la colonia pues ahí sobre el asfalto, había quedado el cuerpo de quien más tarde a decir de su esposa, se llamaba Joaquín Soto Ordoñez de 38 años edad. Como mudo testigo del artero asesinato, en una de sus manos quedó un celular.
Ajuste de cuentas?, decían unos, Venganza pasional?, aseguraban otras, lo cierto es que aunque los asesinos materiales del crimen se dieron a la fuga con rumbo desconocido, según investigaciones periodísticas, fuentes policiacas han revelado que el sujeto asesinado, tenía apenas cinco días de haber salido libre del Centro Estatal para la Reinserción Social de Sentenciados –CERSS-No. 3 de la ciudad de Tapachula, lugar en el que cumplía con un proceso penal acusado de los delitos de robo con violencia y secuestro.
Según se confirma, detención y proceso inició en el enero del 2006 aquí en Huixtla y el 31 de julio de ese mismo año, fue enviado a proseguir su situación jurídica en el CERSS de Tapachula, penitenciaría de la que de forma inexplicablemente, hace cinco días abandonó y gozando de su efímera libertad por unos días para ser ejecutado por desconocidos de dos certeros balazos el domingo próximo pasado por la tarde.
En un principio el asesinato de Joaquín causó rabia, coraje e indignación entre los pobladores que no alcanzaban a comprender la alevosa manera en que había sido cometido el crimen, pues en su mayoría la gente mencionaba no conocer al sujeto ultimado por no tener años viviendo en esa colonia pero enseguida de saber que provenía del CERSS acusado de diversos delitos, empezaron a conocer los motivos de su asesinato.
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